El domingo 22 de octubre en la Basílica de Guadalupe y tras entronizar
una reliquia del pequeño cristero asesinado a los 14 años de edad, el Arzobispo
Primado de México recordó que Joselito, como le dicen en México al Santo, “nos da ejemplo y testimonio de la
entrega total y plena a la voluntad de Dios”
Esta mañana el Sr Cardenal Don Norberto Rivera Carrera Arzobispo Primado
de México, entronizó una reliquia de primer grado de San José Sánchez del Río a
la Básilica de Nuestra Señora de Guadalupe. Después de dicho acto, el Cardenal
nombró a San José Luis Sanchez del Rio, el Jóven Mártir Mexicano como patrono
de la Juventud de la Arquidiócesis de México, título que solo habia tenido San
Felipe de Jesús protomartir Mexicano y que ahora ambos compartirán el
patrocinio.
En el marco del inicio del Año de la Juventud en México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera dirigió un saludo en el que resaltó la
importancia de los padres en la vida de San José
Sánchez del Río, niño mártir mexicano asesinado por odio a la fe en la Guerra
Cristera en la década de 1920. “Su
sentido profundo de la fe y del amor a Dios no fue casualidad, sino que detrás de él estuvieron el ejemplo y testimonio de sus papás”,
y dijo el Cardenal: “Su primer contacto con Dios le vino de sus padres”.
Los padres del
mártir, prosiguió, “supieron encaminar a San José en el camino de la fe. De
aquí la importancia papás, de que ustedes influyan en la fe de sus hijos. Son
ustedes los primeros maestros y catequistas en la fe”.
Dirigiéndose
luego a los padres presentes en la Basílica de Guadalupe el Cardenal alentó:
“papás no descuiden en sus hogares la formación espiritual de sus hijos; no los dejen a su suerte. Ustedes son la primera puerta
para que sus hijos se encuentren con el Creador”.
Por la
enseñanza de la fe de sus padres, el pequeño mártir “aprendió a abandonarse a
las manos de Dios, porque creía en Él. Eso lo llevó a arriesgar su vida, a
entregarla hasta lo más sublime que un cristiano puede hacer, dar la vida por
el otro”.
San Joselito,
continuó el Cardenal hablando a los jóvenes, dio su vida“por amor a Dios. Así como muchos de ustedes, dieron su
vida, su tiempo, su espacio por los más necesitados en días pasados donde este
terrible terremoto derribó edificios y casas, pero no derribó el amor de todo
un pueblo de la corresponsabilidad por ayudar al prójimo”.
“Gracias por
salir a las calles, gracias por poner sus manos en quitar escombros, gracias
por dar su tiempo en organizar los víveres, gracias por su trabajo, por su
sonrisa, por ser fuerza en estos momentos de dolor. Gracias por ser luz en estos momentos de oscuridad. Ustedes son una
bendición para nuestra ciudad”.
El Arzobispo
Primado de México alentó luego: “Jóvenes no desfallezcan, no se dejen vencer
por las adversidades que la vida pueda darles. Sigan formándose en los valores
humanos y cristianos, sigan preparándose para dar testimonio en la vida
cotidiana”.
“Sean
corresponsables con los demás jóvenes, no los abandonen. Estén cerca de ellos,
de manera especial por aquellos que están alejados, por aquellos que no están cerca de
Dios, ustedes sean hermanos para ellos”.
“Que el
ejemplo y testimonio de San José Sánchez del Río los ilumine para poder seguir
sus pasos a una entrega más fiel a nuestro Señor Jesucristo”, concluyó el cardenal
mexicano.
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