Frase

Conoce el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México.


Cada año millones de personas acuden a rezar a María, la Madre "que nos lleva en su regazo", Ella también nos dice hoy: "No se perturbe tu corazón, no temas".

martes, 24 de mayo de 2016

- Ella nos mira y nos habla al corazón

El Obispo mexicano comentó el evangelio de la Visitación de Maria a su prima Isabel indicando que ello nos lleva a contemplar el “encuentro maternal de Santa María de Guadalupe con el indio Juan Diego y con las culturas precolombinas, al inicio de la gestación de los nuevos pueblos en México y en el continente Americano”. En este encuentro “Dios despertó la esperanza de Juan Diego, la esperanza de un Pueblo”.
Y exhortó a dejarse asombrar una vez más por las palabras de Santa María de Guadalupe: “no estamos solos, con nosotros está la Madre de Dios Altísimo…Tanta ha sido la misericordia del Padre que nos acerca a Él, en María, la Madre de su Hijo” y aquí en la Basílica de Guadalupe esto “se percibe, se vive y se comparte”.
 Añadió que el Papa Francisco nos pide que a Ella la contemplemos serenamente, que le miremos a los ojos, y que escuchemos lo que Ella nos dice una y otras vez: “¿Qué hay hijo mío?, ¿Qué entristece tu corazón? ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿Acaso no estás bajo mi sombra, bajo mi amparo?”…
Y recordó las palabras de la Virgen que dirige a cada uno: “Porque yo soy la madre compasiva de todos los que a mi clamen, los que me busquen, los que me honren confiando en mi intercesión”
Agregó que llegaron todos para reconocerla, sentirla y volverla a llamar como ella misma se ha mostrado: “La Madre del Verdadero Dios por quien se vive”, la Madre nuestra a quien con este cariño y amor nosotros también la veneramos. Y le pidió que se siga mostrando como verdadera madre, que siga derramando todo su amor y compasión: “nosotros sabemos que la necesitamos, que vivimos momentos difíciles y sólo una palabra venida de Ella nos ayudará a mitigar el dolor y nos dará más confianza y esperanza para seguir adelante. Nunca nos ha dejado de su mano, nunca nos dejará…”

Oró el Obispo a Santa María de Guadalupe para que “en nuestros corazones abunde el calor de la fraternidad, del perdón y de la reconciliación, para superar toda confrontación que lleve a la descalificación, a la ofensa, al rencor y a la venganza”. También pidió auxilio a la Virgen para que nos ayude a hacer de cada hogar una escuela de aprendizaje en el perdón y la reconciliación, y donde se viva la paz y el afecto… que aprendamos a convivir en el respeto mutuo y en encuentro propositivo”

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