Frase

Conoce el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México.


Cada año millones de personas acuden a rezar a María, la Madre "que nos lleva en su regazo", Ella también nos dice hoy: "No se perturbe tu corazón, no temas".

lunes, 14 de agosto de 2017

- Somos família con María de Guadalupe

Fieles de las regiones mazateca, mixteca y náhuatl, de la Prelatura de Huautla de Jiménez, se reunieron como familia ante Santa María de Guadalupe.
  Iniciaron la Eucaristía con un Rito de purificación - acto propio de los pueblos indígenas para pedir perdón a Dios, acompañado de oraciones y súplicas a Nuestro Señor. También ofrecieron la cera, una vela encendida que entregaron al obispo, reconociendo a Dios como dueño de todo lo creado, y pidiendo fortalecer su fe en Jesucristo que ilumina su caminar. Cabe señalar que se realizó la Misa Oaxaqueña, acompañada de la banda de viento tradicional; las lecturas bíblicas se realizaron en mazateco, mixteco y nahuatl
  El obispo José Armando Álvarez Cano expresó que han venido de las montañas de Oaxaca, con su cultura, sus bailes, su música y sus lenguas, a realizar oración y agradecer a la Virgen por sus dones y su presencia.
  En su homilía reflexionó sobre la Trinidad desde la experiencia de familia, que es distinta en cada uno, pero fundamental para el equilibrio, la felicidad y el desarrollo de las personas. Aclaró que la familia no sólo son los hermanos sino la comunidad, el país y la Iglesia. Añadió que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, en esa comunidad, por eso los seres humanos “tenemos necesidad de comunicarnos, de amarnos, de sentirnos parte de un grupo”, pero el pecado y el egoísmo han entrado a formar parte de nosotros.
  Anotó que hoy la familia pasa por una grave crisis; la familia mexicana está herida por la violencia, la corrupción y el abandono de sus autoridades, lo cual se agrava en sus pueblos, en donde además hay división, falta de oportunidades y la mayoría han tenido que emigrar buscando mejores condiciones de vida. Añadió que la familia humana también está herida por varias situaciones.
  Por ello vienen a orar, no a enajenarse, sino porque la oración sirve para tres cosas: tomar conciencia de una realidad que se vive; verla con esperanza y fortalecerse porque se coloca en manos de Dios; y actuar y comprometerse por aquello que se ora.
  Consideró “que todos somos conscientes de que no nos espera un camino fácil ni rápido”, y exhortó a tener paciencia para trabajar y empezar a sembrar “desde nuestras familias”, como ciudadanos, sociedad civil, y como cristianos desde la familia de la Iglesia. Hizo votos para que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, conduzcan este proceso y sea una realidad en las familias. “Que ellos sean nuestro modelo y fuente de santidad, y sobre todo, nuestra fortaleza”. 

- Destinatarios de la ternura de Dios

“Fuimos y seguimos siendo destinatarios de la ternura y la misericordia del Señor, de su proyecto de vida y de salvación, que se manifestó en las Apariciones de Santa María de Guadalupe”. Así lo afirmó El Obispo Eduardo P. Patiño Leal, durante la peregrinación de la Diócesis de Córdoba (en el Estado mexicano de Veracruz) al Santuario de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac.
  Expresó gratitud a Dios y a María porque la gracia se sigue prolongando en la Sagrada Imagen; la contemplamos “revestida del sol, con la luna bajo sus pies”, La flor de cuatro pétalos dignifica su seno y señala el fruto bendito de su vientre que Ella ofrece para que nos dejemos iluminar.
  Nuestra Madre María de Guadalupe, dijo, se manifestó de modo excepcional como evangelizadora para tocar el corazón de los habitantes de estas tierras y mostrarles el infinito amor y misericordia de su Hijo Jesucristo. Cristo es sacerdote, mediador perfecto entre Dios y los hombres, porque es acreditado y digno de fe, fiel a la verdad del plan de su Padre Dios, compasivo y misericordioso. Tanto nos ama que aceptó morir por nosotros, y quiere ayudar a los que están sometidos a múltiples pruebas.
  El Dios que nos anunció nuestra Madre María, se compadeció de los pecados que nos destruían y destinaban a la muerte; resucitó y sigue todos los días vivo entre nosotros. Es Dios de vida. En este punto, el obispo resaltó que los veracruzanos, como otras familias de México y del mundo, “han sido testigos del desprecio por la vida y del cuerpo humano, que en ocasiones hasta se arroja en carreteras o ríos, cuerpos que ante el Creador son sagrados”.
  Por ello llamó, a los que hacen mal, a buscar el perdón del Señor: “Vean el inmenso dolor de las personas heridas…”. Resaltó que son muchas las situaciones que requieren el consuelo, el perdón y la paz, por eso desean, con María, asociarse a su Hijo Jesucristo y vivir el sacerdocio real recibido en el Bautismo.
  Pidió a los peregrinos dejar sus preocupaciones bajo la mirada y el regazo de Santa María, y permitir que el Espíritu de Jesús Resucitado les conforte y anime.

sábado, 5 de agosto de 2017

- Guadalupe, un mensaje para toda America

El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos) afirmó que las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en 1531 fueron el verdadero “evento fundador de la historia” de América. En su mensaje, indicó que “Guadalupe es la ‘llave’ para entender los tiempos en los que estamos viviendo”.
  Señaló que esta aparición mariana invita a preguntarse “cómo estamos viviendo nuestra fe católica y cómo estamos llevando la misión de la Iglesia en una sociedad ‘post cristiana’. Una sociedad que cada día se vuelve más y más hostil a nuestros valores y creencias”.
  En el caso específico de Estados Unidos, lamentó que “nunca ha vivido según los valores cristianos. Podríamos hablar del ‘pecado original’ de la esclavitud, del trágico maltrato a las poblaciones indígenas, las injusticias como el racismo y los millones de abortos que se practican cada año”. Frente a esta situación, el Prelado indicó que “necesitamos hacer la diferencia. No sólo por nosotros y nuestras familias, sino también por nuestra sociedad y cultura. Eso me lleva a hablar de Guadalupe”.
  Mons. Gómez indicó que las apariciones de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en 1531 no fueron “un hecho aislado”, sino que se desprende de la “providencia de Dios”.“La Virgen no se apareció sólo para el pueblo mexicano. Sus intenciones eran continentales y universales”. Recordó que San Juan Diego narró que la Virgen le dijo “yo soy verdaderamente tu Madre compasiva; su Madre y la Madre de todos los moradores de esta tierra y de todas las demás naciones y pueblos ".   En ese sentido destacó que “en Guadalupe, la Madre de Dios vino para ser la Madre de las Américas. Guadalupe es el verdadero ‘evento fundacional’ en la historia de América. Y eso significa que es el verdadero evento fundacional en la historia de nuestro país y en la historia de los otros países del norte y el sur de América. Todos somos hijos de Guadalupe”.
  Destacó que estas apariciones de la Virgen “nos dan la historia alternativa de América. En el plan de Dios, este es un solo continente. Está destinado a comenzar una nueva civilización. Un nuevo mundo de fe”. “Unos pocos años después de esta aparición, millones de personas se bautizaron en México y a lo largo de América. Una gran ola de santidad recorrió los continentes e hizo surgir santos y héroes de la fe en cada país”.
  Mons. Gómez contó el testimonio de San Junípero Serra que llegó a América en un barco llamado “Nuestra Señora de Guadalupe” y que consagró su misión a esta advocación mariana. “necesitamos seguir el camino que la Virgen nos muestra, un camino de construcción de una nueva civilización de paz y verdad en América”.
  Al respecto, Mons. Gómez indicó que “en el corazón de los eventos de Guadalupe hay una historia de una vocación personal y una misión”, “la Iglesia en este país, y cada uno de nosotros, tiene la responsabilidad de continuar con la tarea que la Virgen le dio a San Juan Diego: ‘construir un santuario’ con nuestras vidas. Construir una sociedad que glorifique a Dios y que sea digna de la dignidad de la persona humana”, afirmó.
  “Cada uno de nosotros es parte de esa historia, de esa gran misión para América que comenzó con la visita de la Virgen de Guadalupe”. El obispo indicó que esta historia también evoca los temas de la educación, la vida, la cultura y la familia y dijo que estos sirven para crear una estrategia para dar un testimonio cristiano en la sociedad que cada vez más se va descristianizando.
  “A través de nuestro trabajo y nuestro estilo de vida Dios nos está llamando a ser testimonio de su salvación y de la diferencia que Jesucristo hace en nuestras vidas”. “Tenemos que compartir el hermoso tesoro de nuestra relación con el Dios vivo que se hizo hombre por nosotros, que dio su vida para salvarnos y nos dio una nueva humanidad”.
* La Basílica de Santa María de Guadalupe recibió la 1ª Peregrinación de la Arquidiócesis de Los Angeles, (USA) convocada por su pastor, el Arzobispo Mons. José Horacio Gómez, para establecer esta tradición anual como diócesis, y expresar su devoción a Santa María de Guadalupe.
Mons. Gómez, quien también es Vicepresidente de la Comisión Episcopal de los Estados Unidos de América, expresó la alegría de los peregrinos por estar en la Basílica de Nuestra Madre Santísima de Guadalupe, para agradecer su intercesión y su presencia; presentar sus peticiones, en especial por los inmigrantes indocumentados, para que les siga protegiendo y les conceda una reforma migratoria en los Estados Unidos.
  En su homilía destacó que la Aparición de Nuestra Madre de Guadalupe a San Juan Diego forma parte del plan de Dios para la salvación; nos recuerda como Ella le pidió que fuera su mensajero, del amor y la presencia de Dios Nuestro Señor Jesús, “en nuestras vidas y en nuestras naciones”.
  Agregó que somos hijos e hijas queridísimos de Nuestro Señor, “y si lo pensáramos más frecuentemente, y nos diéramos cuenta todos los días, cuando nos levantamos, que Dios nos quiere tanto que ha pensado en nosotros desde la eternidad”, tendríamos un gran deseo de ser muy buenos hijos e hijas de Dios y de compartir la belleza de esa especial vocación que todos los seres humanos tenemos y podemos compartir. Exhortó a recordar siempre las palabras consoladoras de María Santísima de Guadalupe: ¿No soy yo tu Madre?, ¿no estás bajo mi sombra y mirada?, ¿no soy la fuente de tu alegría?, ¿no estás en el cruce de mis brazos? María de Guadalupe es nuestra Madre Santísima y siempre está con nosotros, aseguró.