“En el Acontecimiento
Guadalupano encontramos un admirable ejemplo de diálogo y colaboración entre fe
y cultura”. María participa de las afinidades de sus interlocutores, presenta
su mensaje y se hace una con nosotros; otorga protagonismo a los demás,
reconoce lo bueno y verdadero que hay en los pueblos originales; ilumina, sana
y salva. Nos enseña que el amor debe concretarse en acciones de solidaridad y
servicio, según el ejemplo de Jesús, el buen samaritano.
El Acontecimiento
Guadalupano muestra la capacidad de María para encarnar a Cristo en una humanidad
cultural concreta. Vemos en Ella una pedagogía encarnada, comprometida con la
historia, abierta y transparente, viva y eficaz, salvadora; que integra pasado,
presente y futuro, de manera integral e inclusiva, cercana y amorosa, pacífica
y liberadora.
Además,
María nos enseña a ser contemplativos para dar gracias a nuestro Padre Dios por
las maravillas que ha realizado entre nosotros. Señaló Juan Navarro
Castellanos, obispo de Tuxpan, en el encuentro anual de la diócesis con Santa
María. El Obispo exhortó a peregrinos y pastores a contemplar a María, que
enseña el arte y la espiritualidad del ‘Magnificat’, para glorificar a Dios
porque “se ha fijado en María y en nosotros” y “nos regala el precioso don de
la salvación”.
Nos ha
concedido el don maravilloso de su amor en Santa María de Guadalupe, Madre
amorosa, cercana y atenta. Consideró que desde el primer encuentro que sostuvo
Santa María con Juan Diego quien “nos representa a todos los mexicanos”, le dio
varias tareas, recordó la tarea evangelizadora y la guía de la Iglesia de
México, llamada: Pedagogía Guadalupana para una evangelización inculturada, que
resalta la pedagogía incluyente de la Santísima Virgen.
“En el Acontecimiento
Guadalupano encontramos un admirable ejemplo de diálogo y colaboración entre fe
y cultura”. María participa de las afinidades de sus interlocutores, presenta
su mensaje y se hace una con nosotros; otorga protagonismo a los demás,
reconoce lo bueno y verdadero que hay en los pueblos originales; ilumina, sana
y salva. Nos enseña que el amor debe concretarse en acciones de solidaridad y
servicio, según el ejemplo de Jesús, el buen samaritano, subrayó Mons. Navarro.
Peregrinos
y pastores oraron para que para que la evangelización se inculture en actitudes
y valores que hagan presente el Reino de Dios. También clamaron a la Providencia
la bendición de la lluvia en las tierras de los campesinos. Al tiempo,
expresaron su deseo de que este encuentro y la Palabra de Dios llegue a todo su
ser y les convierta en discípulos receptivos y portadores de buenas noticias.
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