La Virgen de Guadalupe da un mensaje
de vida que trasciende tiempos y espacios; si bien, sus apariciones, o diremos
con mayor precisión, su encuentro con el ser humano, fueron del 9 al 12 de
Diciembre de 1531, Ella siempre se encontrará con el corazón de sus hijos, de
una manera muy especial, con el corazón que sufre y que llora. Ella atiende con
personal cuidado a los hermanos más abandonados y despreciados.
Ella ha venido a dar todo su Amor-Persona,
que es su amado Hijo, el verdaderísimo Dios por quien se vive. Ella es quien
nos entrega al Creador de la vida para que nosotros tengamos vida y la tengamos
en abundancia; de esta manera, su mensaje es un mensaje vivo, es un mensaje
pleno, es un mensaje eterno.
Este mensaje no puede quedar encerrado,
así que el alegre impulso que viene desde adentro, con la fuerza del Espíritu
Santo, es entregar este mensaje a los demás, es entregarlo en el servicio, en
el perdón, en la misericordia, en el amor; y es así que el mundo puede cambiar,
pues el primer movimiento es abrir el corazón al poder del amor de Dios, a la
vida de Dios, y con esto seguir descubriendo su Rostro en el rostro de cada hermano,
especialmente el rostro del hermano abatido y abandonado y así crear una nueva
humanidad, una nueva civilización del Amor de Dios, en donde Dios nos limpia el
corazón y el alma y nos sana desde lo más profundo de nuestro ser, dándonos su
propia vida. Es este el único camino para sanar nuestra comunidad, nuestra
sociedad, nuestro pueblo. Es este el mensaje de vida que nos entrega Santa
María de Guadalupe, una madre que nos enseña a seguir y tener un encuentro con
el verdadero Dios y Señor, el Dueño de la vida.
Es evidente que esta vida pasa como un
soplo, cuando menos se piensa ¡se acabó! Dios nos llamará a su presencia ¿Y qué
clase de persona seremos ante Él? ¿Alguien que en realidad nunca vivió, pues
sólo fue un ser lleno de soberbia y de rencor, de donde sólo surgió muerte y
destrucción? ¿O seremos ese ser que supo poner todo su esfuerzo para que la
vida de Dios fuera la fuente de su servicio y de su amor por los demás?
Una vez más, en este
mes de Diciembre, vivimos las fiesta de Santa María de Guadalupe, quien nos da
el mensaje máximo de la vida, dependerá de todos y cada uno de nosotros si
queremos salir de este entorno de muerte y respirar el espíritu de la vida
divina que nos da la plenitud que tanto estamos buscando o seguir en el sepulcro
de nuestros egoísmos y de nuestros crímenes.
Boletín Guadalupano,
Diciembre 2014 (Dr. Eduardo Chávez Sánchez)
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