Frase

Conoce el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México.


Cada año millones de personas acuden a rezar a María, la Madre "que nos lleva en su regazo", Ella también nos dice hoy: "No se perturbe tu corazón, no temas".

lunes, 8 de mayo de 2017

- Guadalupe, la Virgen sigue cuidándonos como Madre

Como todo Acontecimiento Salvífico, el Guadalupano, si bien se verifica en un momento histórico: del 9 al 12 de diciembre de 1531, y en un lugar determinado: en el cerro del Tepeyac, en México; trasciende fronteras, culturas, pueblos, costumbres, etc., y también trasciende tiempos; llega hasta lo más profundo del ser humano; además, toma en cuenta la participación precisamente de este ser humano, concreto e histórico, con sus defectos y virtudes para que, con su intervención, camine, peregrine, construyendo la unidad.
  Una de las más claras manifestaciones de esta realidad es la conversión del corazón, es el mover al ser humano, desde lo más profundo de su alma, de su espíritu y de su razón, haciendo realidad un cambio de vida pleno, dándole todo su sentido, para llegar a la tierra prometida, a la tierra sagrada, a la tierra florida, a la Pascua Florida.
  En aquel 1531, los franciscanos, misioneros de la Palabra de Dios, entraron al Nuevo Mundo con esta idea de lograr la conversión de cuanto ser humano se encontrara en el camino, pero todo parecía imposible para ellos: eran muy pocos, la conquista había destruido la esperanza de los nativos en sus tradiciones… y en esta situación de sufrimiento para todos, llega la Virgen y se aparece a un indígena, al indio Juan Diego...
  En este sentido, la frase que María expresó a Juan Diego: “que no se perturbe tu rostro, tu corazón” (Nican Mopohua,118), tiene una gran profundidad, ya que en, la mentalidad indígena, esto significa la persona entera; además, tiene un contenido que se enriquece si se toma en cuenta que para la mentalidad indígena un profesor, un sabio, un dirigente, un padre de familia, es aquel que puede transformar al ser humano desde el fundamento de la vida, lo que los indígenas expresan como el “poner un rostro humano en el corazón ajeno”, era el humanizar el corazón, el humanizar la vida..
  Desde la aparición de la Virgen de Guadalupe se manifestó una de las conversiones más impresionantes, sin precedentes en toda la historia de la Iglesia Católica, en tan sólo siete años, más de nueve millones de conversiones. Las fuentes históricas nos permiten conocer la magnitud de esta conversión. Por las fuentes documentales, sobre todo de los primeros misioneros, testigos directos de esta apoteótica conversión, tenemos un testimonio vivo de este fenómeno de fe. Una conversión que no hay ciencia humana que la pueda explicar.

  Hoy, en este tiempo de grandes retos, es donde se vuelve un tiempo de gracia, una gracia de Dios que se hace patente ante los problemas de la vida, se fortalece y se profundiza en la plenitud de su Amor y en los brazos de su Madre y nuestra Madre que nos dice “No tengas miedo, no tengas miedo, ¿acaso no estoy yo aquí, que tengo el honor y la dicha de ser tu madre?”  (Nican Mopohua, 119).
  Santa María de Guadalupe nos llena del amor, un amor que no se puede encerrar u ocultar, que se tiene que compartir; Ella es la fuente de toda alegría pues nos da a su amadísimo Hijo; siendo Ella nuestra Madre somos al mismo tiempo hermanos de Jesucristo, el Resucitado. Ella es portadora de la misericordia, del consuelo y de la paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario