Frase

Conoce el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México.


Cada año millones de personas acuden a rezar a María, la Madre "que nos lleva en su regazo", Ella también nos dice hoy: "No se perturbe tu corazón, no temas".

lunes, 12 de febrero de 2018

- Santa María de Guadalupe, perfecta misionera


Santa María de Guadalupe es quien ha forjado esta patria y realizado una perfecta evangelización con los valores de la cultura indígena mexicana, ayudando amorosamente a los misioneros; pues para ellos la tarea misionera del llamado Nuevo Mundo era simplemente algo titánico, el reto de convertir todos estos nuevos pueblos era algo que los sobrepasaba, pero la Virgen de Guadalupe entra en esta historia realizando una perfecta inculturación del Evangelio, transformando el corazón humano, no sólo de los indígenas sino también de los mismos misioneros que veían estupefactos una de las conversiones más importantes en toda la historia de la Iglesia. La Virgen de Guadalupe, de ninguna manera desecha las manos y el corazón de los misioneros, al contrario, ellos son el instrumento de este amor divino. Y Ella sigue realizando esto el día de hoy.
  Es a partir de 1532, después de la Aparición de la Virgen al indio Juan Diego, que los mismos misioneros estaban muy sorprendidos ante la constatación de que se había producido un verdadero milagro: antes no eran ni escuchados, ahora se admiran de este cambio tan radical, de tantas y tantas sorpresivas conversiones; y trataban de razonar este fenómeno diciendo que, en parte, había sido resultado de su predicación y testimonio, pero había pasado algo impresionantemente sorpresivo que mantenía a los mismos misioneros con la boca abierta, con expresiones de asombro, como decía Fray Gerónimo de Mendieta: “fue cosa de notar y maravillar”, “de mucha admiración”.
  El Nican Motecpana(*) también corrobora y confirma este cambio desde el corazón indígena, que se manifestó en la aceptación de la fe; a su modo y en estilo por esta importante fuente se nos dice que los indios: “sumidos en profundas tinieblas, todavía aman y servían a falsos diosecillos, obras manuales e imágenes de nuestro enemigo el demonio, aunque ya había llegado a sus oídos la fe, desde que oyeron que se apareció la Santa Madre de Nuestro Señor Jesucristo, y desde que vieron y admiraron su perfectísima imagen, que no tiene arte humano; con lo cual abrieron mucho los ojos, cual si de repente hubiera amanecido para ellos.” Fue tal la conversión, que muchos de ellos tiraron los ídolos: “Y luego (según los viejos dejaron pintado) algunos nobles, lo mismo que sus criados plebeyos, de buena voluntad echaron fuera de sus casas, arrojaron y esparcieron las imágenes del demonio y empezaron a creer y venerar Nuestro Señor Jesucristo y su preciosa Madre.”
(*)Nican Motecpana Se trata de un documento, al igual que el Nican Mopohua fue escrito en lengua náhuatl. Es obra del historiador mestizo Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, escrito, en 1590.
Su nombre ‘Nican Motecpana’ procede de las primeras palabras con que comienza su texto: "Aquí se pone en orden…" Es un valioso documento que complementa al Nican Mopohua y proporciona rica información sobre la persona misma de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, su esposa María Lucía y el tío de Juan Diego, Juan Bernardino.
Sintéticamente, el Nican Motecpana narra que, tras las apariciones, Juan Diego se fue a vivir a una casita junto a la ermita, dejando su propia casa y tierras a su tío Juan Bernardino. Refiere, asimismo, que Juan Diego era viudo cuando se le apareció la Señora del Cielo, habiendo muerto dos años antes su esposa María Lucía, con quien había vivido castamente. Relata igualmente la peste que asoló la región en 1544 debido a la cual murió el tío Juan Bernardino, el 15 de mayo, no sin antes haber éste recibido la visita y consuelo de la Virgen de Guadalupe. A la muerte de Juan Bernardino, fue llevado su cuerpo al Tepeyac para ser sepultado dentro de la casita de la Señora de Cielo; tenía 86 años.
Tiempo después, en 1548 (el mismo año en que murió Fray Juan de Zumárraga), murió también Juan Diego, tras 16 años de servir a la Virgen. Tenía alrededor de 74 años. Fue sepultado, como su tío, dentro del templo de la Virgen de Guadalupe.
De igual modo, el Nican Motecpana menciona "incontables milagros", describiendo concretamente 14 atribuidos a la intercesión de la Virgen de Guadalupe.
Diversos hechos que narra el Nican Motecpana han podido ser verificados históricamente por fuentes históricas independientes, así como por el testimonio de distintos cronistas. Documentos como los Anales de Puebla y Tlaxcala, los Anales de Catedral, el Añalejo de Bartolache o el Códice 1548 o "Escalada", coinciden al situar la muerte de Juan Diego en 1548.

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