Frase

Conoce el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México.


Cada año millones de personas acuden a rezar a María, la Madre "que nos lleva en su regazo", Ella también nos dice hoy: "No se perturbe tu corazón, no temas".

sábado, 18 de abril de 2015

- Guadalupe: Jesús sana y salva

SANTA MARÍA DE GUADALUPE NOS GUÍA A QUIEN ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA 

María es el máximo testigo de este amor sin medidas, desde la misma encarnación del Salvador, Ella dijo sí al Señor, Ella puso toda su vida en sus manos, Ella tuvo al Salvador en sus entrañas, dándole su calor, su cuidado y su protección

Decía San Pablo de qué hubiera servido que Dios se hubiera encarnado y no hubiera resucitado. El Hijo de Dios hubiera sido sólo un brillante e iluminado hombre, un filósofo cuya doctrina sería hermosa, pero si hubiera muerto y no hubiera resucitado, hubiera sido simplemente eso, un gran hombre, pero no el Hijo de Dios.
Pues bien, Jesucristo, hombre verdadero y Dios verdadero se encarnó y resucitó. Él es el Hijo de Dios, un gran hombre, sí, un gran iluminado y filósofo, sí, un hombre excepcional, sí, pero también Él es verdadero Dios, ¡ha RESUCITADO! Y aquí está nuestra esperanza, aquí está la razón de nuestra existencia. Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Es un Dios cercano a nosotros, es más, ha querido su hogar en medio de nosotros, desde nuestro corazón. Por medio de la Iglesia Católica estamos llamados a ser esta única familia de Dios, y construir juntos la civilización del Amor de Dios. Él no se deja impresionar por el aspecto exterior, Él sabe cómo estamos por dentro, qué es lo que hace palpitar nuestro corazón. A Él nunca se le puede engañar. Y precisamente, Él sabe, perfectamente, lo que tanto ansía este corazón y lo que tanto necesitamos para poder vivir, y vivir en plenitud. Por ello, se ha encarnado y ha dado su vida en una cruz, para Resucitar, con toda su plenitud; de esta manera, Él nos sana y nos salva. 

Dios ha elegido a una doncella humilde de Nazaret para que en su inmaculado vientre Él se encarnara. De esta manera, María es el máximo testigo de este amor sin medidas, desde la misma encarnación del Salvador, Ella dijo sí al Señor, Ella puso toda su vida en sus manos, Ella tuvo al Salvador en sus entrañas, dándole su calor, su cuidado y su protección; dándose toda a Aquel que es Todo, a Aquel que nos cuida, nos alimenta y es el calor de la vida misma. Podemos apreciar en la portentosa imagen de Santa María de Guadalupe, precisamente, a una mujer embarazada, una mujer de espera, una mujer de Adviento, en cuyo vientre está Dios omnipotente, exactamente como Ella lo transmitió a san Juan Diego: “Yo soy la madre del verdaderísimo Dios por quien se vive”. Su imagen está centrada en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. 

Santa María de Guadalupe nos pide que construyamos, que edifiquemos, su casita sagrada, su templo, iglesia católica, para dar todo su Amor-Persona. Que desde este hogar del Dios Omnipotente se proclame que Él, y sólo Él es la Resurrección y la vida. Por ello tenemos que tener en nuestra mente y en nuestro corazón su venerable aliento, su venerable palabra: “No tengas miedo ¿Acaso no estoy yo aquí que tengo el honor y la dicha de ser tu madre?” y construir desde nuestro corazón esta casita sagrada en donde como centro está Jesucristo, quien es el Camino, la Verdad y la Vida; y aquí, en esta sagrado lugar, tendremos la guía más segura para llegar a aquel que Sana y Salva; en este lugar bendito es donde escuchamos el venerable aliento la venerable palabra de nuestra madre que nos dice “hagan todo lo que Él les diga…”

 Canónigo. Dr. Eduardo Chávez Sánchez 

Boletín Guadalupano, Abril, 2015

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